Según fuentes profesionales de la Universidad Estatal de Michigan, trascendió recientemente, que la carne que utiliza McDonalds para sus hamburguesas, proviene de unos auténticos bultos sin patas y sin cuernos, que son alimentados por medio de tubos conectados a sus estómagos y que de hecho no tienen huesos, sino un poco de cartílagos que nunca llegan a desarrollarse.
El renombrado Centro para la Ciencia del Interés Público presentó un estudio donde concluyó que la publicidad de McDonald’s tiene serios efectos sobre la mente de los niños, aprovechándose de la poca experiencia de su entendimiento para convertirlos en clientes cautivos, presas de sus productos desde edades tempranas.
También una detallada investigación de las universidades de Missouri y de Kansas City encontró que “muchos niños pueden identificar los arcos amarillos incluso antes de conocer la letra M”.
Un video que no podemos dejar de ver referido a una de las empresas más grandes del planeta.
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